Como bien sabemos, a veces sentimos que nuestros sentimientos y emociones nos controlan a nosotros, y no nosotros a ellos. Todas las emociones están ahí para indicarnos algo a lo cual necesitamos prestarle atención, algo que puede no estar funcionando bien y es la forma que tenemos de reconocerlo. Es por eso que es muy importante reconocer nuestras propias emociones, ver de dónde vienen para sentirlas plenamente y así poder gestionarlas como corresponda. Al identificar cada una de nuestras emociones podemos saber qué es lo que nos preocupa o nos hace sentir bien, y con esto podremos tener mejores relaciones con las personas que nos rodean y nos ayudará a tener éxito en cada ámbito de la vida.
Una persona que sabe cómo manejar sus emociones suele tener una vida más exitosa, sabe qué debe hacer, decir, sentir o cómo comportarse en cada momento con los demás y consigo mismo. Saber controlar nuestras emociones nos hace sentir más capaces de enfrentarnos a diferentes retos, nos mantiene saludables, nos aleja de los trastornos como la depresión, nos ayuda a tener mejores relaciones con los demás. Y si bien no existe un manual para canalizar las emociones, porque cada persona es un mundo diferente, existen ciertos pasos que se pueden seguir y que pueden ayudar para empezar a dejar todo lo que te agobia o te hace sentir mal.
- Reconocer la emoción, este paso requiere que estemos en estrecho contacto con lo que sentimos, reconocer la emoción es darte cuenta que está ahí o que está empezando a emerger cuando ocurre una situación determinada, la idea es reconocerla sin juzgarla para saber que efectivamente está ahí.
- Darle curso a la emoción: Otro paso importante es que después que se reconoce la emoción se le da curso, esto se refiere a sentirla plenamente y si es posible expresarla de la mejor forma, si hay que llorar, si hay que sentir rabia, hay que sentirla pero siempre desde el respeto hacia los demás. También es importante resaltar que si es necesario alejarse de la fuente que produce esa emoción fuerte, es mejor hacerlo y procesarla antes de hablar de nuevo del tema.
- Canalizar y liberar la emoción: Ya hemos reconocido la emoción y le hemos dado curso es importante canalizarla para liberarla, una de las mejores formas es hablando con la persona con la cual sentimos esa emoción, o se puede expresar todo lo que se siente a través de una carta sin filtro en la cual plasmamos todo lo que sentimos. Lo importante es que puedas reconocer, entender y dejar salir la emoción que esté ahí para que luego puedas empezar a resolver las situaciones que te llevaron a ella de una forma más sana.
- Detenerse a pensar lo que nos sucede cada día nos servirá para calmarnos cuando veamos que vamos a perder el control. Respirar o hacer relajación puede servirnos de ayuda para no ser víctimas del impulso.
- La terapia siempre es una opción viable, los expertos siempre estarán dispuestos a brindarnos herramientas necesarias para ayudarnos a superar todos esos obstáculos que nos agobian y no nos dejan crecer como personas.